1º Carta desde Italia
Enero 2010.-
Queridas/os amigas/os, compañeras/os, hermanas/os…
querida familia…
Hola!!! Ante todo va un abrazo largo y fuerte a cada uno. Aunque sabemos que allí hace calor lo mismo deseamos que les llegue este cálido abrazo que nace de la necesidad de compartir con ustedes lo que vamos viviendo. El recuerdo de la experiencia compartida con ustedes nos acompaña siempre.
Les contamos que el miércoles 13 de enero salimos de Buenos Aires con 35 grados. ¡¡¡Mama mía, qué calor!!!! Roma y luego Bologna nos recibieron con 0 grado. ¡¡¡Mama mía, qué freddo!!!! En el aeropuerto de Bologna también nos recibió Massimo. Nuestro amigo Massimo. Para quienes no lo conocen todavía les contamos que es el cura diocesano que nos invito tanto el año pasado como este para dar unos cursos en su parroquia.
Llegamos a su casa en Marano, una localidad a pocos Km de Bologna. Descansamos un rato. Por la tarde-noche compartimos un poco como estaba la comunidad y cuáles eran sus necesidades como para enmarcar mejor los contenidos del taller.
Empezamos el viernes por la noche con el taller: “Discipulos/as de Jesús en estos tiempos”. Fue lindo reencontrarnos con personas con las que compartimos el año pasado y conocer nuevas. Participaron 30 personas. Ese taller lo continuamos el sábado todo el día (único día que vimos el sol, porque le resto de los días las nubes reinaban!) y lo terminamos el domingo por la tarde/noche.
El domingo por la mañana fuimos a las dos misas: 10hs. en Marano y 11.15 en Cuarto Inferiore, las dos parroquias que anima Massimo. Quedan a 4km de distancia. Se leía el texto de “Las bodas de Cana”, donde Jesús transforma el agua en vino, es decir: En lo cotidiano (el agua) esta la fiesta de la vida (vino) ahí es donde Dios se revela. En ese contexto les cantamos: “Cómo contarle a mi gente”. Ese domingo fuimos a almorzar a lo de Estela y Danielle y su familia. Es músico y anima el coro de la parroquia, de sobremesa saco el violín y empezó a tocar, de oído: “Esta la puerta abierta”, que habíamos cantado en el taller. A la tres de la tarde continuamos con el taller, profundizamos como ser Discípulos/as de Jesús en estos tiempos. Terminamos tocando con guitarra y violín:”Esta la puerta abierta”. Terminamos todos muy contentos. Se respiraba un clima de fiesta.
El miércoles 20 de enero por la tarde fuimos a celebrar la eucaristía con las dos comunidades que forman el “ARCA” en Bologna. Jean Vannier fue el inspirador de este proyecto que privilegia la experiencia comunitaria. Viven allí dos comunidades de aproximadamente 20 personas. Cada una. Integran la comunidad personas con capacidades diferentes y voluntarios que vienen de distintos países (Húngaros, alemanes, rumanos, suecos) y de la misma Italia. Juntos viven la experiencia de la comunidad.
La eucaristía fue muy participativa… cada uno expresaba como le permitía su capacidad los motivos que traían a la celebración y en el momento de la oración común, además de perdir y dar gracias por nuestra visita, pensaban y rezaban por las personas que estaban sufriendo en Haití. Desde ese lugar pequeño se expandía la conciencia de un mundo mayor y de las personas que viven en él, especialmente se recordaba a los más sufrientes.
Después de la eucaristía cenamos juntos en un lugar muy luminoso, colorido…. Es el salón de fiestas que está integrado a los salones donde tienen sus talleres de cerámica, de pan y de papel reciclado. Se hace lugar de encuentro cuando las dos comunidades comparten algunas comidas juntos.
Comimos y luego armamos la rueda grande. Allí nos invitaron a compartir nuestra experiencia de la parroquia Santa Cruz y Talita Kum. Después ellos nos fueron contando su experiencia en la vida de comunidad que construyen día a día.
Para nosotros fue muy conmovedor escucharlos… algunos con dificultades motrices, otros dificultades para articular palabras, todos, desde sus posibilidades expresaban lo felices que se encontraban formando parte de esta fraternidad. Cristina, una mujer de unos 50 años aproximadamente con algunas dificultades neurológicas, contó que ella había llegado al ARCA hacía dos años. Que antes vivía muy bien sola y su hermano la trajo a la comunidad cuando ella se había fracturado una pierna hasta que se recuperara. Ahora que comprobó lo que es vivir en comunidad “ni loca vuelvo a vivir sola. No me voy más de acá”. Todos, parece, se sintieron comprendidos en esa expresión y rieron y aplaudieron.
Las personas que ayudan a cada uno para moverse, comer y hacer las cosas que necesitan para lo cotidiano tienen una actitud que es fácilmente percibida. Se sienten parte de la comunidad… son una comunidad… no son los que estaban allí solo para atender a los que no tienen las mismas capacidades sino que eligen vivir compartiendo e intercambiando las posibilidades que cada uno tiene.
En esa rueda de dialogo, se respiraba un profundo respeto por lo que cada uno decía. No había un lenguaje no verbal que dijese lo contrario. Realmente una experiencia de Reino. Constatar una vez más que el Espíritu reúne todo y que la diversidad parece ser el campo más propicio para seguir revelando a los humanos que estamos hecho para la unidad, para el encuentro.
Al otro día, por la noche, pasamos la película: “La Santa Cruz, refugio de resistencia” a las dos comunidades. Participaron unas 50 personas. El viernes temprano fuimos a un secundario. Nos esperaban 100 adolescentes que comprenden el castellano porque es la segunda lengua que estudian. En el blog de la parroquia tienen algunas fotos y los comentarios de la gente. Si quieren leer los comentarios y ver algunas fotos busquen: iglesiasantacruz.blogspot.com. : “Italia” . La película toca el corazón y ayuda a comprender a través de imágenes y palabras muchas de las cosas que nosotros intentamos compartir con nuestras narraciones sobre la manera de ser iglesia, ser discípulo, hacer memoria, vivir el compromiso con los derechos humanos, articular con otras organizaciones sociales.
El viernes por la noche nos encontramos con Massimo, Domenico, Francesca y Danielle, que habían participado del taller, para pasarles algunos “secretos” del método de formación experiencial y algunas claves sobre nuestra manera de entender la espiritualidad. Les preparamos tres encuentros para que ellos se animen a ponerlo en práctica con distintos grupos y a lo largo del año. Nos alegra la posibilidad de que esta manera de encontrarnos en profundidad, en “Su Nombre” se siga multiplicando.
El sábado 23 tuvimos el segundo taller: “Contemplando al Maestro” en otra parroquia vecina “Granarolo”. Otra vez la riqueza del encuentro, progresivamente fuimos compartiendo nuestros tiempos de entusiasmos, de confusión y de crisis… y los tiempos de volver a empezar. Desde ahí contemplamos a Jesús, con sus entusiasmos y sus crisis. Para muchos esto era una novedad y para otros los confirmaba en su búsqueda. Terminamos con el gesto de lavarnos la mirada…con la intensión de renovar nuestra confianza para atravesar las crisis y aprender a gozar y trabajar tanto en los tiempos de entusiasmo y claridad como en los de oscuridad.
En la noche participamos de la “Pizza Misionera”. Las dos comunidades (marano y Quarto Inferiore) se juntan a amasar las pizzas. Cenar juntos y asi van aportando algo para sostener las “misiones” que como comunidad asumieron. Alli estuvimos. En un lugar de la sala donde se comparte la pizza calentita que se trae de los hornos que estan en el patio, hay un botellón donde cada uno libremente va colocando su ofrenda (euros). Lo que se junta va para África o América Latina. En un momento de la cena, se comparte alguna experiencia de vida, algún proyecto. En ese marco algunas veces se compartio algo sobre Santa Cruz y sobre Talita Kum. En esta ocasión escuchamos a Cheriff (un joven-adulto de 37 años, de Nueva Guinea-África) que trabaja con chicos de la calle. Su país esta atravesando una dictadura terrible. El pasado 28 de septiembre de 2009 mataron en un estadio a casi mil personas. Se trataba de un acto con 20.000 personas pertenecientes a diversas organizaciones sociales que pedían elecciones libres. Su relato fue muy intenso. Debemos reconocer que muchos procedimientos y promesas que nos narraba del gobierno dictatorial nos resultaba tristemente familiar.
Hace más de 15 años que se conocen con Massimo y hace unos años que la comunidad apoya económicamente ese proyecto. Vino a Italia para tramitar su visa. Conservarla le da cierta protección ya que en su país no tiene garantías. El es jefe de una de las organizaciones que conforman la oposición y por lo tanto es uno de los perseguidos. Escuchamos atentamente su relato y después le hicimos preguntas. Cheriff también esta viviendo en la casa de Massimo, hace una semana.
Necesitábamos hacer silencio y celebrar lo vivido hasta el momento, por eso decidimos celebrar el domingo 24 en casa. Un paréntesis: No les contamos que el jueves volvió Marta de la India. Ella es una escritora que vive en la parroquia hace un año. Esta en una búsqueda espiritual muy intensa. Así que celebramos con ella…fue una celebración muy bella, profunda, llena de vida. Nos acercó experiencias de estos dos últimos meses vividos en la India. Ahí también estuvieron todos ustedes… nos sentimos en comunión.
En la noche del domingo, hermanos/as de las dos comunidades organizaron una despedida a la canasta… Nosotros hicimos unas empanadas. Se las comieron todas. Hacia el final abrimos el corazón y una de las cosas que les decíamos es que si bien es notable el carisma de apertura a la diversidad de Massimo, porque es realmente un buscador, también es parte de la identidad de esta comunidad eclesial, la apertura a lo diferente. Les compartimos que nosotros vamos haciendo narraciones de nuestra identidad, como “Comunidad Santa Cruz” y eso nos da más libertad para ofrecerlo y compartirlo, desde ahí los alentábamos a seguir narrando su identidad. Quedamos todos muy agradecidos.
El lunes 25 partimos rumbo a Ovada ciudad donde nació San Pablo de la Cruz, fundador de los Pasionistas (si alguno no sabe). A unos 300 km al norte de Bologna. Nos recibió Marcelo y Julio, dos curas pasionistas que están en un pueblo cercano, llamado: Molare, en el Santuario de nuestra Señora de la Roca, en medio del bosque. Los hermanos fueron muy hospitalarios, como nos había pasado en otras casas pasionistas, años anteriores. Fue la primera vez que veía caer la nieve (Carlos), hacía mucho frío. El lugar es muy bello.
Conocimos la casa de Pablo esa tarde, ahí celebramos, junto a dos hermanas que la cuidan llamadas: Francesca y María. La mañana siguiente visitamos otras iglesias y una dedicada a San Pablo de la Cruz, diseñada por Octaviano, nuestro hermano mayor (que es arquitecto) es muy hermosa. También conocimos el monasterio de las monjas pasionistas, donde hay monjas Italianas e Indonesias que están en formación. Recordaban a Francisco y decían que hablaba muy bien el idioma.
De tarde fuimos a Castellazzo…a unos 30kms. El lugar donde Pablo vivió con su familia en la juventud y su búsqueda intensa por ser fiel a si mismo y a Dios. A los 26 años decidió hacer un retiro de 40 días del 21 de nov. de 1720 al 3 de enero de 1721. Lo hizo en una pieza de 2mts y medio por tres y medio, dentro de la Iglesia de San Carlos. Ahí estuvimos. Un lugar muy austero… en soledad se retiró para escuchar-se, escucharlo a Jesús y escuchar a su gente. La “desnudez del lugar”, hablaba de esta búsqueda de él de estar al “desnudo” para comprender mejor al “desnudo de la Cruz”. Enseguida relacionó al “desnudo de la cruz” con los “desnudos” de su tiempo, los pobres. Es ahí donde él escribe las reglas de la nueva congregación. Ahí se apasionó por un sueño y a los 81 años, entregó la antorcha a 148 compañeros pasionistas y 12 conventos construidos… y una espiritualidad que sigue viva después de casi 300 años. Hoy traducimos esta espiritualidad pasionista, este “Hacer memoria de la Pasión de Jesús” con este objetivo: “Nosotros los Pasionistas, solidarios con los Crucificados de Hoy, nos abrimos a la fuerza de la Cruz, para afrontar proféticamente la injusticia y anunciar de un modo creíble al Dios de la Vida”.
Quedamos muy agradecidos por haber palpado más de cerca esta historia que sigue viva y alienta a nuestra familia pasionista y a todos aquellos con quienes nos encontramos.
El miércoles fuimos a la estación del tren y estaban de paro… Los compañeros estaban reclamando más salario. Entonces plan “B”: Marcelo nos llevo 150km. a Milán y así pudimos volver a Bologna. Recorrimos “algo” de Milán: Una Iglesia que se construyó durante 428 años, del 1400 al 1800, estamos hablando del Duomo. Se lo decimos en cinco palabras: “Im-pre-sio-nan-te”. También vimos un castillo del 1300, “es-pec-ta-cu-lar”. Le sacamos una foto a Leonardo Da Vinci, un par de lugares más y nos volvimos a Bologna en tren.
Y ahora les estamos escribiendo en el viaje de vuelta. Mañana salimos rumbo a Alemania… habrá segunda carta…
Va otro abrazo… desde este lugar blanco, blanco…lleno de nieve.
Carlos cp y Sabina
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